La complicidad con Vivotecnia tiene premio

El jueves 19 de junio a las 17:00 una treintena de activistas nos juntamos frente a la sede de AseBio (Asociación Española de Empresas de Biotecnología) para señalar de nuevo la relación de este organismo con el laboratorio tricantino Vivotecnia. Si la tarde era cálida de por sí, consecuencia de un verano adelantado, nuestra presencia en la calle de Diego de León, 49 subió la temperatura, abochornando a quienes estuvieran en el interior del piso que aloja a este séquito de defensores de la tortura animal.

Activistas protestando en la sede de AseBio en la c/ de Diego de León, 49

Dicha asociación ha dejado patente su complicidad con Vivotecnia desde la publicación en 2021 de las durísimas imágenes obtenidas tras sus muros; tendiendo su mano a la empresa para seguir participando en diferentes congresos como fue BioSpain 2023 o dándole un espacio en su web como socio benefactor.

Esta fidelidad y complicidad con el primer laboratorio en un proceso judicial por maltrato animal en el Estado español está premiada con el señalamiento público. Durante una hora no cesamos los cánticos y consignas contra AseBio. Su ubicación en el interior de un edificio de viviendas no fue impedimento para visibilizar su cometido: la defensa del uso de la violencia hacia animales indefensos como método de investigación. Gracias al entusiasmo de les activistes dejamos claro con qué tipo de personas comparten el barrio les vecines. Las personas que pasaban por allí de casualidad, también se llevaron una idea sobre qué es AseBio gracias al comunicado dirigido hacia la organización: una asociación con “las manos manchadas de sangre” igual de responsable que “les vivisectores que empuñan el bisturí”. No cabe deferencia hacia quienes respaldan la violencia, la humillación y toda la batería de prácticas de tortura y opresión encerradas en la experimentación animal.

Cartel visto durante la protesta

El comunicado hacia les activistas nos recordó y reforzó la importancia de seguir luchando por los demás animales aportando nuestro granito de arena. No hay vuelta atrás: “No pararemos hasta que llegue el día en que toda jaula quede vacía”. Tras la lectura de este comunicado seguimos incordiando con nuestra actitud vibrante y firme, oída a lo largo de la calle Diego de León, un lugar donde poco pasa más allá de las familias o les niñes con sus cuidadoras.

Una vez más cumplimos con nuestro propósito: allá donde estén los cómplices de Vivotecnia no pasarán desapercibidos. Su complicidad se verá gratificada con nuestra visita entusiasta.

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