SECAL, nos damos cuenta

Imagen de Carlota Saorsa (Vivotecnia)Vivotecnia no está sola. Todo el lobby de la experimentación animal la protege y acompaña. Una de las organizaciones más fuertes de este lobby en el Estado español es la SECAL. La Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio. Cuenta con más de 400 miembros y con numerosos socios benefactores, por supuesto entre ellos Vivotecnia. Esta organización se aferra a la experimentación animal porque es su negocio, pero no habla de dinero, ya que experimentar con animales por dinero no estaría bien visto para gran parte de la sociedad, por eso busca argumentos que justifiquen su trabajo.

Solo con ojear durante un rato su web, podemos encontrarnos las siguientes incongruencias:

Primero: la SECAL defiende que la experimentación animal es imprescindible para curar enfermedades humanas alegando que no hay alternativas mientras que en la Directiva de la UE 2010/63 exige el fin del uso de animales en la experimentación y FDA (Food and Drug Administration) en EEUU ha dejado de exigir la experimentación animal antes de los ensayos de fármacos en humanos. Si esto es así, es porque claramente hay otras alternativas que ya se están utilizando y que funcionan.

Segundo: La transparencia es uno de los principios de los que presume esta Sociedad. Una supuesta transparencia que les compromete a “hablar con claridad sobre, cuándo, cómo y por qué se usan animales. Proporcionar información adecuada a los medios de comunicación y al público en general sobre las condiciones en las que se realiza la investigación que requiere el uso de modelos animales y los resultados que de ella se obtienen. Promover iniciativas que generen un mayor conocimiento en la sociedad sobre el uso de animales en investigación científica. Informar anualmente sobre el progreso y compartir experiencias” según sus propias palabras. Sin embargo, cuando nos metemos en su web, la mayoría de los contenidos que tienen son solo para sus socios que pertenecen en su totalidad a centros de investigación del sector público, privado, universidades y criaderos de animales. Esta transparencia nos debería permitir ver, por ejemplo, qué tipo de experimentos se hacen con los demás animales y para qué fines. En la web ni siquiera se da acceso a la revista Animales de laboratorio. Tampoco en los artículos de prensa que comparten podemos ver con claridad ninguno de los datos que dicen que quieren mostrar. Esto no debería sorprender, ya que los resultados de los experimentos realizados que no son favorables, no se comunican entre los experimentadores y contribuye a que las mismas pruebas se sigan repitiendo en diferentes laboratorios. Menos aún se muestran fotos reales de animales dentro de un laboratorio: animales entubados, inmovilizados en máquinas, sangrando o gritando. ¿Acaso es que eso no ocurre en un laboratorio? Carlota Saorsa mostró la verdadera realidad de lo que pasa ahí dentro. Ha sido la primera del Estado español pero no la única, no es la primera vez que se ven imágenes del interior de otros laboratorios de Europa y EEUU y no tienen nada que ver con las fotos y los vídeos que muestra la SECAL.

Tercero: La promesa de la ética en la utilización de los animales. Una ética que solo se basa en el cumplimiento de las leyes que regulan la experimentación animal. Leyes que han sido impuestas por el Estado y la UE y que sepamos, la SECAL en ningún momento ha tratado de mejorar. Simplemente las tienen que cumplir por obligación porque si no sería ilegal. Este argumento tiene más que ver con el cumplimiento de las leyes que con la ética.Dicen que se ciñen a la legislación y que tienen en cuenta las 3R (Reducción de número de animales utilizados en la experimentación animal, Refinamiento de los experimentos para evitar el menos sufrimiento y Reemplazo de los experimentos con animales por métodos alternativos).En ningún momento hablan de reemplazo, porque entonces su negocio se acabaría y además como dicen en su discurso no creen que esto sea posible. Sin embargo, y volvemos al principio de este artículo, la UE y otros científicos y científicas sí que lo ven posible. Aunque lo más significativo es que en ningún momento reflexionan sobre la ética de utilizar seres sensibles para procedimientos dolorosos e invasivos.

En definitiva, simplemente navegando un rato por su web nos dimos cuenta de esto. Imaginaros lo que se descubriría si nos dejaran acceder a toda esa información y datos que nos prometen ver y que luego no se pueden leer en ningún lado. Ya lo vimos en el artículo que se publico en el Caballo de Nietzsche sobre sus X Jornadas. Aunque no seamos científicos ni científicas, nos enteramos. La SECAL, Vivotecnia y el Lobby de la experimentación animal tratan de vendernos un cuento que no es real. La experimentación animal no es ética se pinte como se pinte. La mayor parte de nuestra sociedad lo sabe y por eso se esconde y se adorna lo que pasa dentro de los laboratorios. Por eso, la SECAL se cuida de poner ejemplos de experimentos realizados en animales con los que la sociedad tiende a empatizar más por su cercanía (y por el especismo que tenemos interiorizado), como son los perros y los gatos. Gracias a personas como Carlota, lo que ya sabíamos lo han podido ver nuestros ojos, escuchar nuestros oídos, entender nuestros cuerpos, y eso nadie lo puede desmentir. Ojalá más gente valiente que haya estado en esos terribles lugares se animara a mostrar lo que pasa ahí dentro.

 

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