Entrevista con Camp Beagle (segunda parte)

MBR Acres es un criadero de perros destinados a vivisección. A finales de junio de 2021 se
estableció un campamento a las puertas de dicha empresa y comenzó una campaña que
pretende cerrar ese lugar donde miles de perros son criados para enviarlos después a distintos laboratorios.

Hemos hablado son Soledad Iriart, compañera que participa en Camp Beagle, para poder conocer mejor la campaña, las tácticas que están usando y el día a día en el campamento.

La entrevista ha sido dividida en dos partes para facilitar su lectura. Puedes leer la primera parte aquí: https://cerremosvivotecnia.noblogs.org/post/2023/10/10/entrevista-con-camp-beagle/

1-¿Cómo está viviendo la empresa teneros allí todos los días desde hace dos años?

Sabemos que desde que empezó la campaña, entre 15 ó 20 trabajadores se han ido de MBR
Acres. En los juzgados, la empresa ha declarado que estaban bajo tanto estrés que estes
trabajadores decidieron irse. Lo cierto es que no debe ser muy grato entrar y salir de trabajar todos los días con gente gritándote. En algún momento eso desgasta. No sabemos
exactamente cuántas personas han dejado la empresa, pero como estamos allí todos los días conocemos las caras de les trabajadores y de repente uno no viene, la otra también deja de venir… Sabemos que tenemos un impacto importante sobre les trabajadores. Sabemos también que la empresa tiene menos trabajadores que cuando empezamos la campaña y también sabemos que nos han llevado a juicio y que se han gastado aproximadamente cuatro millones de libras. No les hace ninguna gracia que estemos allí, sino no se hubiesen gastado ese dineral en tratar de echarnos.

Nos llevaron a juicio, principalmente, para ponernos una orden de alejamiento. La orden de alejamiento inicial pedía que hubiese una milla de exclusión, que nadie pudiese acercarse a más de un kilómetro y medio al criadero ni hacer ningún tipo de protesta. Esta orden que le pedían al juez permitía que un número de máximo 10 personas pudieran venir una vez a la semana entre las doce del mediodía y la una de la tarde, estar en un lugar restringido fuera del criadero y, una vez al año, podían ir cien personas a hacer una manifestación. Este tipo de órdenes de alejamiento es una técnica que otros laboratorios han usado en el pasado y nuestra experiencia es que el juez las firma y las otorga tal cual las han pedido. En este caso hemos tenido suerte y nos ha tocado un juez que es justo. Constantemente, durante el juicio y la preparación del juicio, habla de que tiene que mantener un equilibrio entre el derecho de la gente a protestar y el derecho de esta empresa, que es “legal”, a existir. En ningún momento ha concedido ninguna de las barbaridades que pedía el criadero.

La preparación del juicio, durante la cual había que ir de vez en cuando a las vistas en el Tribunal Supremo, duró casi dos años. El juicio fue finalmente en abril y duró seis semanas. En todo este tiempo, el juez nunca le ha concedido al criadero nada de lo que han pedido y eso que piden de todo: que no volemos el dron (les activistas de Camp Beagle suelen usar un dron para captar imágenes desde el aire de las instalaciones del criadero), que no podamos estar ahí, … Lo único que ha otorgado el juez, es una zona de exclusión en la puerta, porque durante la primera temporada se hacían muchos bloqueos de la puerta. Esto, obviamente, obstruye el trabajo de esta empresa. No podemos acercarnos a más de diez metros de la entrada, pero en el resto del
lugar podemos estar donde queramos. Esto nos permite seguir haciendo todos los chequeos que se pueden hacer desde el campamento.

Sabemos que somos un dolor en el culo para esta gente. Así que nuestra idea es que, si
podemos mantener el campamento por más tiempo con poquita gente, lo vamos a seguir
manteniendo. Por dos motivos: el primero es que sabemos que esto les duele y afecta a les
trabajadores y porque sabemos que es una manera muy importante de informar a la sociedad
británica. Tienes más posibilidades de que te escuche alguien cuando demuestras el
compromiso de haber estado allí físicamente durante dos años.

2-Gente ajena a la campaña también ha participado en la lucha contra MBR Acres usando tácticas distintas a las que usáis vosotres, como por ejemplo la gente de Animal Rising. ¿Cómo habéis vivido esto dentro de la campaña?

Estamos encantades de que venga la gente y aporte lo que pueda. Hay gente que viene y toca el violín, literalmente. Alguien se puso a tocar el violín cerca de la zona donde están los perros y nos pareció estupendo. Pero si viene Animal Rising y libera perros, nos parece aún más interesante. Mientras no sean acciones racistas, xenófobas, etc, nos parece genial que la gente venga. Si alguien quiere hacer algo ilegal, que lo haga. Si lo que quieren hacer es algo legal y de poco impacto, que venga y lo haga. Creemos que es mucho más importante que la gente contribuya lo que pueda que ponernos a decidir cuál es una buena o una mala contribución. Estamos completamente de acuerdo en que todos los grupos que quieran vengan, participen, se expresen y digan lo que tengan que decir contra este criadero.

3-¿Cómo ha sido la actitud de la policía con vosotres? ¿Habéis notado algún cambio en su forma de trataros con el paso del tiempo?

Sí, ha habido cambios en la policía, pero también ha habido cambios dentro del campamento. Por ejemplo, al principio hacíamos un montón de bloqueos y había muchísima más gente presente, por lo que la presencia policial era exageradísima. Podían venir 30, 40 ó 50 furgonetas policiales. Poco a poco, la cosa se ha ido dispersando y hoy por hoy la policía no viene. Solo vienen cuando aparecen las furgonetas que se llevan a los perros, pero ni siquiera llegan hasta el campamento. Se quedan a 500 metros, esperan allí a las furgonetas donde transportan a los animales y después escoltan a esas furgonetas por la carretera. Eso no quiere decir que se corten en arrestar a gente. Este verano arrestaron a una persona, por ejemplo.

Mi experiencia es que los campamentos duran poco. La policía viene y te echa al carajo. Cuando Camp Beagle empezó, yo decía: bueno, mientras dure, sigamos. Pero me ha sorprendido haber durado todo este tiempo. Creo que ha sido por una mezcla de haber tenido una buena política como campamento y habernos mantenido dentro de la legalidad. Estamos totalmente a favor de las acciones ilegales, pero nuestro compromiso es que el campamento sea legal para poder durar más tiempo. También hemos tenido una buena política hacia la empresa pública dueña de los terrenos. Los terrenos son estatales, están al lado de la carretera y los lleva una empresa que se llama Highways. Hemos podido mantener muy buena relación con el encargado de esa empresa en la zona. Su tarea no es echarnos, sino la seguridad vial. Él nos dice: os podéis poner en esta zona, pero no en esta otra, porque si hay un accidente y un coche tiene que parar ha de haber un lugar donde poder echarse a un lado.

También es cierto que la policía de Cambridge es famosa por no ser un cuerpo policial de los más duros. Si esto hubiese sido en Oxford, sería distinto. Allí hay un cuerpo policial con reputación de ser muy duros, así que allí probablemente no hubiésemos durado. Al haber tantas empresas de experimentación animal en Cambridge, la policía está acostumbrada a las protestas animalistas y no se sintieron amenazados por nuestra presencia.

4-Durante muchos años la lucha contra la experimentación animal ha quedado relegada a un segundo plano. Ahora, sin embargo, parece estar reflotando con distintas campañas a nivel internacional. ¿Por qué crees que la lucha contra la vivisección ha vuelto a resurgir?

Solo puedo hablarte de Inglaterra, pero aquí durante los años 90 y principios de la década de los 2000, las campañas contra la vivisección eran las más importantes. Se dio un cambio interno dentro del movimiento cuando se planteó que quizá debíamos enfocarnos más en difundir el veganismo. Pensábamos que una vez que hubiese muchas más personas veganas en el país, sería más fácil conseguir apoyo a las propuestas animalistas. Este cambio queda totalmente sellado cuando el gobierno de Gran Bretaña aprueba leyes con las que prohíben hacer campañas contra empresas vinculadas a la vivisección. Y esto ocurrió por los éxitos conseguidos en la campaña contra HLS. En esa campaña el objetivo no era solo el laboratorio, sino también sus inversores, los bancos con los que trabajaba el laboratorio, las empresas de limpieza, incluso cosas muy terciarias, como la gente que tenía bonos y no sabían que al final estaban invirtiendo en el laboratorio… Aquello tenía un éxito total, porque aquella gente ponía dinero, pero si eso les daba problemas, no dudaban en invertir en otra cosa. Como vieron que esa era una estrategia muy exitosa, el gobierno aprobó unas leyes muy específicas para frenarla. Con los años se ha sabido que hubo una reunión entre Tony Blair y las farmacéuticas, en las que le dijeron que, o cambiaba las leyes, o esas empresas se iban a otro país. Tony Blair aceptó y cambió las leyes. Él, que antes de ser elegido había hecho un súper manifiesto animalista, se convirtió en uno de los políticos más traidores que hemos tenido. Condenaron a sentencias gigantes a gente involucrada en la campaña contra HLS. Sentencias de 12 y 14 años por cosas muy mínimas. Entonces les activistas empezaron a buscar otras campañas en las que involucrarse.

Otro tercer factor fueron los medios de comunicación. John Curtin, por ejemplo, pasa de ser para los medios el Robin Hood de los animales a ser clasificado como terrorista. Todos estos factores hicieron que la lucha contra la vivisección decayese, y se empezó a formar una campaña muy fuerte pro-veganismo. Empezamos a hacer ferias veganas, que era algo que no solíamos hacer, se empezó a fomentar cosas tipo “no comas carne los lunes”… Poco a poco fuimos teniendo éxito y se fue creando una generación con mucha más gente vegana, el veganismo empezó a normalizarse…, pero a la vez todes teníamos la sensación de que toda esa nueva generación de gente vegana, lo era más bien por motivos dietéticos y no ideológicos. Por ejemplo, iban al zoológico y cuando les decías que el zoo no está bien, te miraban raro, en plan “pero si a mí me gustan los animales”. Por eso para mí es muy
importante que la campaña contra la vivisección haya vuelto a surgir, porque pienso que tiene muchas posibilidades de tener éxito. Y, segundo, porque va a empezar a despertar a esa gente vegana.

Este verano fuimos a un festival vegano que se organiza en Inglaterra al que asisten entre
10.000 y 12.000 personas. Montamos un puesto y me sorprendió la cantidad de gente vegana que no tenía ni idea de que los experimentos existían, que Camp Beagle estaba en activo, que hay un criadero que cría 2.000 perros al año… Y esta es gente que ya han dado un paso, imagínate la ignorancia que debe haber entre les no veganes.

Creo que se ha retomado la lucha contra la vivisección porque hay más gente vegana y esas
personas han empezado a averiguar que la experimentación aun existe. De hecho, las dos
chicas que empezaron el campamento son de esta nueva generación vegana. También ha
pasado tiempo desde que se aprobaron las leyes de las que os hablaba y de esos episodios represivos y la gente se ha sentido con un poco más de valentía para hacer este tipo de
protestas.

5-¿Crees que esta gente que ya ha hecho cierta conexión con el tema de la alimentación es fácil que conecten con el tema de la experimentación animal?

A través del campamento, mi experiencia es que la gente que se acerca a nosotres por amor a los perros, no tardan demasiado tiempo en hacer esa conexión: si está mal encerrar perros dentro de ese sitio, ¿por qué es correcto encerrar cerdos? Sabemos que a través de nuestra campaña hemos promovido el veganismo y un montón de gente se ha hecho vegana. Al revés no sé si tiene tanto éxito, pero tampoco creo tener la respuesta correcta.

6-¿Habéis conseguido crear alianzas con la población local de la zona donde habéis establecido el campamento? Si es así, ¿de qué forma colaboráis con elles?

Allí no había ninguna organización con la que poder colaborar, así que las colaboraciones son con individualidades. Y son colaboraciones vitales. Creo que el campamento no podría existir sin el apoyo de la población local. Es un número limitado de personas, no es que tengamos cientos de personas de la zona apoyándonos, pero nos ayudan muchísimo, sobre todo a nivel estructural. Nos dejan ir a ducharnos a sus casas, recibir paquetes en sus domicilios, traen agua, nos ayudan a arreglar cosas que se han roto en el campamento, cargar baterías, … Son completamente fundamentales.

Cuando el campamento empezó me imaginaba que íbamos a tener bastante oposición de la
gente de la zona, que habría agresiones. Pero lo cierto es que eso no ha ocurrido. Sí que hay algún coche que pasa y nos grita la típica mierda de que nos busquemos un trabajo, o nos llama sucios jipis, pero son minoría.

Creo que el apoyo que recibimos es porque muchas de las personas que conforman la
población local, se sienten estafades. No sabían que el criadero existía, lo han mantenido en secreto durante años y años. Al estar el criadero al lado de una base militar, creían que se trataba de algún tipo de complejo de los militares. Mucha gente siente que lleva allí viviendo 40 ó 50 años y nunca habían sabido que el criadero existía, y eso les cabrea.
Si quieres saber más sobre Camp Beagle, puedes visitar su página web: thecampbeagle.com

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