El pasado miércoles 24 de abril se celebraba el Día Internacional del Animal en Laboratorio, una fecha que se celebra desde 1979 en todo el mundo y que sirve para visibilizar el horror y sufrimiento a la que son sometidos miles de animales cada año en crueles experimentos.
En el Estado español varias iniciativas han sacado a la calle imágenes, pancartas y letreros para protestar contra el uso de animales en esta fecha tan señalada. Colectivos como Animal Save han convocado una línea silenciosa en ciudades como Valencia, Alicante y Madrid. Y compañeras de Abolición Vivisección convocaron una manifestación que recorrió las calles de Sant Feliu de Codines hasta Isoquimen, un centro de experimentación y cría de perros y gatos para este propósito.
Desde la campaña Cerremos Vivotecnia lanzamos la iniciativa para llevar a cabo una semana de acción colectiva a la que sumarse con la imaginación y creatividad desde cualquier lugar del mundo. La convocatoria incluyó una jornada de pegada de pegatinas por la ciudad y una concentración frente a las puertas de la sede de la Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio (SECAL). Esta institución es una de las mayores responsables de limpiar la imagen
de laboratorios como Vivotecnia y cómplice de perpetuar los experimentos en animales.
Suele pasar desapercibida, construyendo un relato donde amparar estas horribles prácticas que llevan a cabo a costa del sufrimiento de animales, como bien nos han explicado las investigadoras de COMPASS en el reciente artículo publicado en el blog de elDiario.es “El Caballo de Nietzsche”.
https://www.eldiario.es/caballodenietzsche/experimentacion-con-animales-ciencia-etica-explotacion-animal-derechos-animales-investgigacion-vivotecnia_132_11310923.html
El pasado 24 de abril, la tranquilidad de la calle Maestro Ripoll de Madrid se vio alterada a partir de las 17.00 h, cuando una treintena de personas interrumpió la calma y el silencio de esta vía poco acostumbrada a las protestas. Cánticos como «Abolición vivisección», «No investigues asesinando beagles» o «SECAL sois el mal» sonaron a las puertas del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, el pequeño edificio que acoge la sede de la SECAL.
Pasados unos minutos de la concentración una persona junto a un guarda de seguridad, salió a decir que casualmente ese día no se encontraba ningún miembro de la SECAL en el edificio. Mientras en el interior del mismo, caras de asombro y arrogancia, que tras asomarse a escondidas por las ventanas, optaron por cerrar y guardar silencio.
Ocultar y tapar es su especialidad, lo vimos cuando las imágenes del interior de Vivotecnia salieron a la luz, y desde este organismo prefirieron seguir ocultando la realidad y mirar hacia otro lado, en lugar de afrontar el cambio de paradigma y apostar por una ciencia sin sufrimiento animal.
La SECAL es la cara amable de este cruel negocio hablando de compromiso con el bienestar animal, de comités de ética y prácticas rigurosas, pero en realidad solo perpetúa que las cosas sigan como están y que nada cambie. Las voces coreaban cánticos como «El infierno de los laboratorios, un negocio de sucios empresarios», una frase que resume muy bien el trabajo de la SECAL en el complejo entramado que es la industria de la experimentación animal. Tras una hora de protesta y lectura del comunicado que presentaba este organismo a las personas allí presentes, se repartieron pegatinas para colaborar con la difusión de la campaña contra Vivotecnia y seguir luchando contra la explotación animal. Porque más allá de este día, seguiremos señalando a los centros de explotación animal y a quienes les sostienen, ya sea contratando sus servicios o lavando su imagen.
Comunicado leído el 24 de abril de 2024 frente a la SECAL:
Hoy, 24 de abril, se celebra a nivel internacional el Día del Animal en Laboratorio. Por eso hemos escogido esta fecha para concentrarnos frente a la SECAL, la Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio.
Esta denominada «sociedad» no es más que un lobby de defensores a ultranza de la experimentación animal. Bajo su manto se protegen laboratorios, criaderos de animales, fabricantes de material clínico… y así hasta completar todo el espectro del entramado de sucios negocios que componen la industria de la vivisección.
El principal objetivo de la SECAL es ocultar el horror que se esconde tras los muros de los laboratorios. Ser la cara amable y bondadosa que hable de compromiso con el bienestar animal, de comités de ética y de prácticas rigurosas realizadas con el mayor de los cuidados.
En definitiva, lo que pretenden es limpiar la imagen de la experimentación con animales. Intentar vender la idea a la sociedad de que no existen alternativas, que las horribles prácticas a las que someten a los demás animales son un mal necesario para procurarnos salud y bienestar. Pero mienten. Y lo saben. Saben igual que nosotres que las alternativas SÍ existen, y que si no las promueven ni luchan para que la ciencia vaya de la mano de la ética, para terminar con la explotación y el sufrimiento de millones de animales, es porque hay todo un entramado empresarial detrás de la experimentación animal. Un entramado manchado de sangre. Sangre que lobbies como la SECAL se encargan de esconder a la opinión pública.
Pero ya es tarde para que traten de ocultarnos nada. Gracias a activistas como Carlota Saorsa y otres que, como ella, no han dudado en infiltrarse dentro de laboratorios y centros de experimentación, hemos podido ver el horror que se esconde tras esos muros. Investigación tras investigación, los casos de maltratos, vejaciones, golpes y violencia contra los animales, han ido pasando por delante de nuestros ojos y ya no lo podremos olvidar. Los animales de Vivotecnia, las beagles de MBR, los primates de Camarney, todos y cada uno de los animales que en este momento están hacinados en un criadero o encerrados en un laboratorio.
Por esos animales estamos hoy aquí y no pararemos hasta que llegue el día en que toda jaula quede vacía.
¡Basta ya de explotación animal!