BioSpain es un evento internacional de biotecnología, cuyo objetivo es el de “impulsar la innovación, la inversión, la colaboración y nuevas oportunidades de negocio”. El evento está organizado por AseBio, una asociación que apoya firmemente la experimentación animal y cuyo objetivo, dicen, es promover los más altos estándares de bienestar animal, “porque no se podría lograr ciencia de calidad sin bienestar animal”. A pesar de esa afirmación, AseBio ha decidido invitar un año más a Vivotecnia a participar en BioSpain, favoreciendo así que pueda encontrar nuevos inversores y oportunidades de negocio.
Por ello, nos coordinamos con activistas de Barcelona para protestar contra este nuevo lavado de cara a Vivotecnia en particular y la experimentación animal en general, llevando a cabo dos acciones que pasamos a compartir:
-Los días previos al evento, desde la campaña Cerremos Vivotecnia por los animales, nos pusimos en contacto con todos los inversores participantes en el evento para informarles sobre Vivotecnia y desaconsejar y desalentar la inversión en un laboratorio como ese. Inyectar dinero a Vivotecnia es un fracaso ético y moral.
-Los días 7 y 8 de octubre, compañeras de Free the animals 269, se concentraron a las puertas de Biospain. Repartieron panfletos en los que se informaba sobre la complicidad de Asebio con Vivotecnia y mostraron imágenes del interior del laboratorio. También portaron carteles animando a las asistentes a ver “Infiltrada en el bunker”, el documental sobre la infiltración en Vivotecnia.

Fotografía de Bel González
Las compañeras se encontraron con varias personas que les repetían que la experimentación animal es imprescindible e incluso con alguien que, con malas formas, las intentó convencer de que Vivotecnia no participaba en el evento, a pesar de que en la web oficial de Biospain, Vivotecnia aparecía como asistente e incluso la propia empresa había publicado en su cuenta de Linkedin fotos de su stand en la feria.
Afortunadamente, también se encontraron a un buen número de personas que les manifestaron su rechazo a Vivotecnia y hubo quien incluso aseguró que iba a elevar una queja a la organización del evento por dejar que una empresa así participase en el mismo.

Fotografía de Bel González
Igual de interesantes fueron las conversaciones mantenidas con personas que ya trabajaban desarrollando modelos avanzados sin animales como organoides o sistemas computacionales. Una de las principales trabas con las que se encuentra el avance de este tipo de modelos, según su testimonio, son las agencias reguladoras, que siguen obligando a realizar experimentos en animales para validar estudios.
No es la primera vez que Vivotecnia asiste a un evento y se encuentra a activistas recordándoles que allí no son bienvenidos. Tampoco será la última.
Muchas gracias a todas las personas que en esta ocasión decidieron mostrarles su rechazo.