Por segundo año consecutivo hemos aprovechado el festivo del 9 de noviembre en la ciudad de Madrid para convocar una acción de protesta frente al edificio Qube, donde se encuentran las instalaciones de Vivotecnia en Tres Cantos. Dado que se trata de un día laborable en la localidad, el parque tecnológico contaba con todo el personal de su día a día durante el desarrollo de la concentración.
La jornada se inició a las 13:00 con una breve marcha, avanzando desde la calle de entrada del recinto hacia la parcela en la que se encuentran los laboratorios, donde nos esperaba un grupo de activistas (más abajo dedicamos un momento a aclarar esta situación). Durante el trayecto se desplegaron pancartas y cánticos para dar a conocer el horror que tiene lugar en Santiago Grisolía número 2 a todas las empresas cercanas. Llegamos gritando a nuestro destino, y esperamos que los vivisectores nos hayan oído. En un ambiente de solidaridad y rabia compartida nos situamos ante la fachada principal del edificio alzando las imágenes de los animales allí torturados. Con mayor asistencia que en su primer año, el apoyo recibido en esta convocatoria es una chispa más para mantener en la memoria colectiva lo que les está ocurriendo encerrados en las jaulas de Vivotecnia. Gracias por respetar el espíritu de la lucha poniendo a los animales en el centro.
En esta ocasión hemos querido remarcar la responsabilidad de las instituciones que han contratado los servicios de la empresa acusada de maltrato animal en los últimos años: CSIC, CNIO, Universitat Jaume I, SESCAM, Instituto de Biomedicina de Valencia. La complicidad de estas entidades financia la tortura en Vivotecia engrosando sus beneficios desde el sector público. Sabemos que los experimentadores se respaldan para mantener el lucro a costa de los demás animales, y nos parece importante destacar que nosotres no estamos soles para plantarles cara. Recordamos no solo a Carlota Saorsa, que desveló la realidad de los laboratorios en el Estado español, también a las compañeras de Camp Beagle, en su lucha contra al criadero de beagles de MBR Acress, el trabajo de la activista Audrey Jougla y la asociación antivivisección Animal Testing France, y a las compañeras de Animal Save Barcelona, que se ocuparon de señalar a Vivotecnia durante su participación en la feria de biotecnología Biospain. Os animamos a todas a continuar denunciando los abusos de la experimentación con animales y cualquier otra forma de explotación, participad en las propuestas de la campaña “Cerremos Vivotecnia por los animales” y atreveos a lanzar vuestras propias propuestas. Juntas estamos creando un movimiento donde cada acción cuenta, por la liberación animal.
Días después de la concentración hemos sabido que algunas asistentes fueron identificadas por agentes de la Guardia Civil al encontrarse en Santiago Grisolía minutos antes de la llegada de las convocantes. Asumimos el error de esta falta de organización interna, ya que alguna de nosotras debería haber estado allí a las 13:00, entendiendo que es nuestra responsabilidad mediar con las autoridades. Sentimos mucho los inconvenientes que esto os haya podido causar, y os pedimos que os pongáis en contacto con nosotras si las identificaciones derivan en otras acciones por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
Seguimos aprendiendo y organizándonos para contribuir a la lucha por los demás animales. Centrándonos en los abusos perpetrados por la industria de la experimentación, desde “Cerremos Vivotecnia” continuamos trabajando para que el caso destapado en Tres Cantos no caiga en el olvido, por un movimiento antiespecista articulado en base a la participación y la solidaridad entre activistas. Hasta que toda jaula quede vacía.