El CSIC no se libra en la Feria del Libro

Este año la Feria del Libro de Madrid ha tenido como tema central las ciencias. Con el lema “De Ciencias y de Letras” volvieron a llenar de libros El Retiro, este año desde el 26 de mayo hasta el 11 de junio. A pesar de las lluvias las cifras de asistencia se han valorado como buenas, superando el millón de visitantes. Uno de los momentos más masivos tuvo lugar durante la tarde del sábado 3 de junio, primer sábado de sol tras varios días pasados por agua. Casualidad o no, un grupo de siete antiespecistas esperábamos en la entrada del parque del Retiro que llegase la hora acordada. ¿Qué hacíamos allí? Muy sencillo: la Feria este año tenía como eje temático a la Ciencia y eso implicaba la presencia de las editoriales de diferentes organismos científicos. Uno de esos organismos es el CSIC, que se empeña una y otra vez en contratar los servicios de la infame Vivotecnia. Por eso estábamos ahí.

A la hora acordada partimos hacia la caseta del CSIC, caminando entre auténticas riadas humanas. Tres furgonetas de la UIP aparcadas junto a la entrada anunciaban que habíamos llegado a la zona de la Feria. Nos acercamos al bloque de casetas 26C, encontramos la caseta número 7, nos preparamos en un minuto y ¡ale hop!: una fila de seis personas ataviadas con batas blancas y carteles que denunciaban la relación contractual entre CSIC y Vivotecnia delante de su propia caseta, mientras otra persona repartía información a la concurrencia.

Fila de activistas con batas blancas y carteles denunciando la colaboración entre el CSIV y Vivotecnia, delante del puesto del CSIC en la Feria del Libro de Madrid.

En seguida empezaron a apuntarnos las miradas curiosas y los smartphones que grababan o fotografiaban y nos servían para amplificar el mensaje entre círculos a los que no podríamos llegar. Las personas encargadas de la caseta del CSIC optaron por no interactuar ni llamar a seguridad, así que mantuvimos la acción durante 45 minutos. Realmente fueron centenares de personas las que se encontraron de frente con nuestra línea silenciosa, recibiendo por primera vez una información que no conocían. También para el CSIC el mensaje fue claro y directo: estamos pendientes de lo que hacéis, daremos a conocer cada nuevo contrato que firmáis en silencio y aprovecharemos las oportunidades que podamos para señalar la colaboración descarada que estáis haciendo con una empresa que jamás debería haber existido y menos aún tras las imágenes obtenidas por Carlota Saorsa.

Cerremos Vivotecnia
por los animales.

 

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