Cada primer domingo de mes les vecines de Tres Cantos se dan cita en el bulevar que recorre la Avenida de Viñuelas, desde la Plaza del Padre Llanos hasta la rotonda de la Solidaridad. Antigüedades, muñecos, ropa o libros entre montones de diversos objetos se intercambian y se venden en un ambiente vecinal tranquilo y relajado como son las mañanas soleadas de domingo.
A pocos metros de allí está el Parque Tecnológico de Madrid, un recinto que aglutina diversas empresas entre las que se encuentra Vivotecnia, el laboratorio del horror del que pudimos conocer lo que sucedía en su interior, tras aquellos muros que se ven a lo lejos del bulevar, gracias a las imágenes que Carlota Saorsa obtuvo tras largos meses trabajando en el laboratorio.
El pasado domingo 1 de junio de 2025, el rastrillo vecinal discurría con la normalidad que le caracteriza al municipio madrileño, hasta que un grupo de activistas ataviades con batas blancas y ordenadores irrumpía en la acera del bulevar. ¿Su propósito? Mostrar a les vecines de Tres Cantos lo que sucedía a escasos metros de allí mismo.
Activistas en el rastrillo vecinal de Tres Cantos mostrando las imágenes de Carlota Saorsa del interior de Vivotecnia.
Aquellas duras imágenes de perros desangrándose en el suelo, conejos con la espalda rota o cerdos y monos sufriendo las horribles prácticas que se llevan a cabo en un laboratorio que experimenta con animales volvieron a salir a la luz, como aquel 8 de abril de 2021, cuando vimos por primera vez lo que sucedía en Vivotecnia.
Miradas esquivas, ojos vidriosos o caras de espanto y horror que no podían soportar ver el video hasta el final. Algunas personas se sorprendían de que aquello hubiese pasado y que después de tanto tiempo, Vivotecnia siguiese operando con total impunidad. Otras, sin embargo, ya conocían el caso o no les extrañaba lo que sucedía en Vivotecnia ya que les habían llegado rumores de lo que allí pasaba. Para todas, una mañana de rastrillo nublada por las crueldades y horrores de la experimentación animal que sigue desarrollándose a escasos metros de donde discurre la apacible y tranquila vida de Tres Cantos.
Panfleto repartido a les vecines de Tres Cantos.